El emprendimiento, ¿exclusivo de aquellos que inician un negocio?

Cuando se habla de emprendimiento, generalmente se lo asocia con aquellos nuevos negocios que apoyados en la tecnología y la innovación buscan posicionar sus propuestas de valor. Sin embargo, el emprendimiento no es exclusivo de los que inician, ya que las grandes empresas también buscan reinventarse y generar una disrupción interna que les permita mantenerse relevantes a futuro.

Ese es el caso para Philip Morris International (PMI), la principal tabacalera del mundo, que desde hace más de 10 años tomó una importante decisión: remplazar el producto que la había hecho tan exitosa, el cigarrillo, por productos de riesgo reducido que representen una mejor alternativa para la salud de los fumadores adultos, que decidan continuar utilizando productos de tabaco.

Y, ¿por qué lo está haciendo?… Porque es lo correcto.
Hoy existen alrededor de mil millones de fumadores adultos en el mundo. Lo mejor que estas personas pueden hacer es dejar de fumar, sin embargo aquellos que no pueden o no tienen la intención de hacerlo, deben contar con acceso a productos de riesgo reducido que representen una mejor alternativa que continuar fumando.

Para que esta disrupción se materialice, la tabacalera tuvo que reinventar sus procesos y alocar los recursos necesarios. A la fecha PMI ha invertido más de USD 6 mil millones de dólares en la investigación y desarrollo de estos nuevos productos que ha permitido que IQOS, su producto de tabaco calentado ya esté presente en más de 50 países.

Así mismo, la trasformación en las industrias se da gracias a las personas que trabajan en ellas. Por lo tanto, para alcanzar esta transformación – que sigue en curso – la compañía ha contratado líderes en distintas ramas que lleven a la organización a convertirse, de un fabricante de cigarrillos enfocado en marcas y productos, a una compañía tecnológica, centrada en la ciencia y enfocada en el consumidor.

En la actualidad, la innovación continua es vital si una empresa desea prosperar. Recurrir a modelos de negocios antiguos y esconderse detrás del éxito conseguido, permite a disrruptores más ágiles, capitalizar en esos nuevos mercados y robarle protagonismo incluso a algunas de las marcas más icónicas. PMI está demostrando que innovar y adoptar una cultura de emprendimiento ya no es un lujo solo de los negocios que inician, es la clave para trascender.