Por Santiago Ruales, líder de innovación en Ideal Alambrec Bekaert

La pandemia generó cambios en la mayoría de actividades que desarrollamos. El confinamiento obligó a un cierre temporal y en muchos casos de forma permanente diversos negocios y tiendas físicas. Esto cambió la dinámica de compra y venta para responder a los nuevos hábitos adquiridos por los consumidores. En este contexto, la aceleración en el uso de plataformas digitales nuevas y existentes ha sido inevitable.  

Las ventas a través del comercio electrónico no dejan de subir año tras año, junto a este crecimiento, se han incorporado y se seguirán sumando nuevas tecnologías y modelos de negocio que satisfagan de mejor manera los gustos de los consumidores.  Las criptomonedas se incorporarán en mayor medida como un mecanismo de pago, los drones podrán convertirse en una alternativa para sustituir vehículos de carga en las entregas de pedidos, se implementará bio-reconocimiento, inteligencia artificial, fotografías de 360 grados y realidad aumentada para incrementar la personalización y satisfacción, y también serán más comunes las sesiones de venta a través de transmisión en vivo.

Otro salto que está dando el e-commerce es que ya no es de uso exclusivo para marcas grandes o plataformas globales. Las empresas, sin importar su tamaño, venderán a través de sus propias plataformas y también aprovecharán los beneficios de comercialización que brindan las redes sociales. Esto también permitirá a los negocios adaptarse a las nuevas generaciones y les brindará mejores posibilidades de ser más competitivos y atender nuevos segmentos y geografías.

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